La protección auditiva se utiliza para disminuir el nivel de sonido que entra por el conducto auditivo externo, con el objetivo de proteger la audición, específicamente las células ciliadas del oído interno, de posibles daños permanentes ante la exposición a ruido intenso o prolongado.
La primera referencia bibliográfica sobre la protección auditiva la podemos encontrar en el libro "La Odisea", donde Ulises ordenó tapar con cera los oídos de sus rameros y se hizo atar al mástil de navío, para evitar los peligrosos efectos del canto de las sirenas.
En 1998, más de 509.000 personas sólo en Gran Bretaña sufrieron de pérdida de audición debido a su trabajo pesado en los polígonos industriales. Según la revista digital Heat It.org, uno de cada cuatro australianos tendrá pérdida auditiva en el 2050, esto supone que la cifra de personas con pérdida de audición aumentará en un 50%, debido a que la exposición a ruido no se limita únicamente al trabajo y recientes investigaciones establecen que son cada vez más las personas jóvenes con deficiencias auditivas debido a actividades de ocio que involucran sonidos intensos como por ejemplo, motocross, carreras de carros, MP3, iPods, concientos, entre otros.
El daño al oído interno causado por ruidos perjudiciales son a veces
muy difíciles de detectar. Una vez expuestos a niveles
peligrosos de ruido, nuestro oído interno, sufre daños en sus células, el proceso de degeneración se extiende a
otras partes del oído interno y va progresiva y silenciosamente avanzando. Dado que los síntomas no siempre son
acompañados por dolor, generalmente es demasiado tarde para salvar la audición.
El uso de protección auditiva se recomienda cuando la persona se expone a sonidos por encima de 85 dB durante una jornada laboral de 8 horas, el tipo de protección auditiva a utilizar debe cumplir ciertas características, entre ellas, la comodidad en el uso y la no interferencia con la compresión del habla.
Es importante crear consciencia en el uso de protección auditiva y en el cuidado de la audición para las personas que no trabajan expuestas a ruido, debemos recordar que vivimos en mundo de sonidos y que la audición se deteriora poco a poco, por eso es importante evaluar la audición una vez al año, para asegurarse de que todo esté bien y utilizar protectores auditivos cuando sea necesario.
Realizado por:
Silvia Bonilla B
Audióloga
